sábado, 17 de marzo de 2012

El Comienzo del Viaje

     Mi viaje comienza un diecisiete de marzo. En mi maleta sobran, los objetos mundanos: ropa, neceser, zapatos, abrigos y demás material que nos solemos llevar de viaje. Mi equipaje no se vé, ya que está en el mundo de los pensamientos. Está en las latitudes del corazón y en los lagos que bañan las costas del alma. Lo que no falta y es imprescindible en mi maleta: la sonrisa, la alegría, la calma, la verdad, el equilibrio y demás sentimientos necesarios para que el día a día sea lo más llevadero posible. Y aunque a veces se cuele entre las hendiduras de mi equipaje: el dolor, la tristeza, la rabia y la inseguridad, me limito hacer limpieza profunda, y adiós suciedad.
 Lo mejor de todo, lo que más me gusta de mi maleta, es la sesión donde guardo los recuerdos, y la sesión de aquellas personas que me acompañan en el sendero.
    
    Hoy comienza esta aventura bloguera, y no es casual que sea un día señalado en mi calendario personal. A mi compañero le dedico estas primeras palabras, y lo primero de todo felicitarlo porque, hoy, hace ya algunos años, llegaste a este mundo.  Sé que nada es casual en esta aventura, (estaba escrito en unas de las cláusulas de nuestro contrato antes de llegar a la tierra que ambos estaríamos compartiendo vivencias).
 
    Durante estos años hemos crecido, lentamente. Hemos cuidado poco a poco la tierra que nos rodeaba, abonado y regado las pequeñas pero fuertes raíces que se han convertido con los años en enormes ramas subterráneas. Ahora anidan los pájaros sobre nuestras cabezas y las flores de primavera nos envuelven. Todo esto se ha conseguido resistiendo las inclemencias del tiempo: la lluvia, el frío, el abrasador calor...



   Nuestro tren sigue avanzando de estación en estación, no me importa el destino, sólo me inporta vivir intensamente el trayecto. Mirarte cada día, sentir como crecemos por dentro, abrazarte cada noche... Besarte cada mañana y darte las gracias, por querer que nuestros caminos fueran  paralelos trazando la misma ruta.




  El reloj, no me da miedo, pues el tiempo es eterno si se vive únicamente el momento. Y eso es lo que estoy haciendo, vivir el aquí y ahora, intensamente.


  
    Para el dueño de mi corazón, que hace que todo en mi vida cobre un sentido más profundo. Para ti mi querido Selu, va esta primera entrada. Gracias por ser uno de mis maestros de la vida, por enseñarme a ver las cosas desde los ojos del alma, y plasmar esas vivencias en la fotografía. Por todo lo que me das cada día, tu confidelidad, tu cariño y el amor sincero. Por las risas y los momentos divertidos. Por tus maravillosos besos y tu forma de amar. Como te he dicho muchísismas veces "Me tienes loquita". 

  Los lazos que nos unen no son de acero, son alas de libertad. Plenitud y dejar ser, ese es el auténtico amor.