viernes, 7 de junio de 2013

7 de Junio.


07/06/2013
 
 

 

    Hace ya más de una treintena, en un lugar del sur de España. En una humilde casa de la calle Castelar de la población de Arahal, en plena campiña sevillana, varias mujeres, reunidas al pie de una cama me recibieron con los brazos abiertos y con gran alegría. Alrededor de mi querida madre Encarnación,  mi abuela Guadalupe, y mis tías Adela y Anita. Llegué al mundo con los ojos abiertos y con un hambre atroz una madrugada del día 7 de junio, venía con retraso, pues me esperaban para mediados de mayo.

  Mi infancia transcurrió entre cortijos y olivares. Subidas en escaleras para ver nacer los pequeños pichones del palomar, y conversando con mis amigos los perros y los gatos. Pues fueron ellos, los animales, mis primeros  compañeros del alma, seres con gran sabiduría capaces de sacar de tu interior lo mejor de ti. Y aunque alguna que otra vez con mi inconsciencia infantil mandara al otro lado algún gorrioncillo que hambriento me abría el pico y accidentalmente lo ahogaba de migas de pan… Ellos, los animales, y las frondosas ramas de los olivos, las flores y los insectos, me acompañaban en mis primeras aventuras de fantasía, donde la magia y lo imposible era común en mí día a día.

  Pronto llegaron los primeros amigos, vecinos de las calles colindantes de una “Arache” llena de tierra y unas casitas de caritas  recién construidas en las afueras de un Arahal sin asfalto y sin tráfico. Con mis primeros amigos mi imaginación se disparó a cotas muy elevadas, y aún conservo la amistad con uno de ellos mi gran amigo de la infancia Rafael Benjumea. Felices e intensos fueron mis años de niñez, y el teatro y el canto se agregó en mis nuevas aficiones de mano de una prima hermana María del Carmen Ruiz Parra. Los veranos eran muy largos, pues todos los días ocurrían cosas nuevas y mis hermanos mayores: Guadalupe, Francisco  Javier y José Antonio me ofrecieron la protección y el impulso que necesitaba para mi desarrollo… Era fácil crecer en un entorno donde la finalidad de los juegos era compartir con los demás, y donde la programación televisiva estaba llena de valores nobles, con Barrio Sésamo y el inolvidable  programa crítico y aún muy de actualidad  “La Bola de Cristal”, entre otros que no mencionaré.

 Me cultivé en una escuela con profesores comprometidos y coordinados con los padres,  donde el esfuerzo se premiaba. No teníamos grandes tecnologías, ni videojuegos que idiotizaban, con poco, éramos enormemente ricos.

No pretendo hacer un balance completo de mi vida en esta entrada. Quizás una levísima reseña, pues me saltaré muchas cosas que algún día os contaré.

Hoy 07/06/2013… Me he despertado de madrugada con los ojos abiertos como cuando vine al mundo, viendo lo invisible y con hambre de conocimiento. No sé por dónde limitar dicho balance. Quizás me aventure y lo haga desde el 2010. Sí…

Hace tres años por esta fecha mi estado de ánimo no era precisamente positivo, estaba al borde del abismo y escuché a mi niña interior, sí aquella niña que creía en la magia. El niño que llevamos dentro jamás muere. Pedí una señal, algo o alguien que me ayudara a centrarme, pues me sentía perdida en una tormenta interior que todo lo asolaba. Solicité auxilio al cielo y lo hice mirando la fotografía de mi difunta abuela Dolores, sí llevo su nombre, mi abuela materna que no conocí en vida, pues cuando llegué aquí, ella ya llevaba en el otro lado dos años.

  Aún recuerdo esos días, días estudiando oposiciones y un curso de inglés que me llevó a conocer a Mari Paz y a profundizar mi amistad con Raúl. Días enganchada en el foro de literatura de Autoras en la Sombras, como veis estudiaba poco, pues no podía… no tenía fuerzas y una enorme tristeza aprisionaba mi corazón. Agradecer a Mari Paz que me llevara hasta Nina Llinares,  pues es increíble cómo las cosas suceden cuando solicitas auxilio. De Autoras en la Sombra llegó una lluvia fresca a mi vida, alguien que hizo que ese verano fuera maravilloso: Yolanda Quiralte… Dentro de tres días será nuestro aniversario… Yolanda…

Fue brutal como llegó el salvamento, nuevos amigos… increíbles amigos. Conversaciones de madrugada con Yolanda y Mónica Nebot. El viaje a Rota, con María Goretti, Encarni, Jose Manuel, Ponce, Sergio, Adri, JJ, Ana Sánchez, Ana María y Gonzalo…. Las largas charlas con mi amiga Cheli. Los paseos a la caída de la tarde con Tere. Todos me aportaron su siembra y me dieron de beber.

Y por supuesto mi familia, mis padres, Eduardo y Encarnación… mi hermana Lupe…

2010 fue un año agridulce, los seis primeros meses fueron más bien amargos y los seis restantes fueron muy dulces. La miel llegó con mi entrada en el Museo, desde ahí subí hasta la plenitud… Dani, Sergio,  y sobre todo mi gran amigo Fran Romo… Manu, Rafael, Rosario Castillo, Magdalena, María del Mar, Isabel y Francisco Jesús Cantero, mi profesor de Yoga Francisco Jiménez Jiménez y su mujer Loli… Sois tantos…

Del flamenco: Juan Pérez, Rocío Márquez, Jesúsma,  La Peña Flamenca de Arahal y muchos otros…

Y la lista no para de crecer y aunque en mi vida se haya ido alguien muy importante… No cesan de llegar amigos nuevos, algunos sólo están unos meses, son como estaciones llegan y se van, y otros llegan para quedarse más tiempo. Ambos entran en tu vida por algo, ambos te hacen crecer, reflejando algo de ti.

Y por supuesto no olvidarme de mi  amor incondicional: José Luis Gallego Avilés, que no se pierde una, y pase lo que pase siempre está.

Auténticos maestros del alma: Nina Llinares y sus enseñanzas, que actualmente me está guiando hacia una nueva ruta, un nuevo camino. El sendero del amparo al prójimo.

Los amig@s escritores y escritoras que me orientan, y me motivan a seguir escribiendo.

Los fieles a mi blog que a pesar de llevar meses sin escribir seguís visitándolo, hoy por fin os doy una alegría.

Sois Tantos… Fali Lobato, José Cepero y su familia, mi cuñado Francisco Jesús y Sandra …

Nombraros a todos me llevaría toda una eternidad…

 A TOD@S MUCHAS GRACIAS POR APARECER.

GRACIAS POR TODO LO QUE ME ENSEÑÁIS…MAESTROS DE UNA GRAN ESCUELA LLAMADA VIDA.