sábado, 22 de diciembre de 2012

Rebuznos Mañaneros de mi gran amigo Rafael Benjumea

     "Rebuznos Mañaneros"  es el título de una obra literaria de un gran amigo mío, Rafael Benjumea. Un AMIGO DE LA INFANCIA, sí, con mayúscula, ya que desde que éramos unos micos, creo que yo tenía 3 años y él 4, sino me falla la memoria... Comenzó una amistad de esas que son para siempre, pues ni la distancia, ni el tiempo, ni el Fin del Mundo podrá romper esos lazos que nos unieron. 
       Hoy le dedico esta entrada a él,  a mi amigo Rafa. El título de su libro Rebuznos Mañaneros me ha traído a la memoria aquellas vivencias infantiles corriendo por los barreros y las eras del campo cercanas al barrio del Arache donde nos criamos.  Por aquellos años, era un barrio rodeado de cultivos y de ganado, la arena y los bolos eran nuestras aceras y calles. Y más allá de la esquina de la Encarna la Bolera se encontraba nuestro parque de juegos, campos de olivos, y diferentes barreros: los Grandes, los Chicos y los Blancos... ¿ Los recuerdas? Rebuznos Mañaneros nos acompañaban en nuestras aventuras, pues siempre había por esos lugares algún que otro mulo, caballo o borrico observándonos mientras pastaban en nuestros juegos. Y otra fauna que debo mencionar como las cabras y las vacas que cada día pasaban delante de nuestra puerta dejando tras su paso el abono de las macetas de nuestra casa.  Jugábamos con la tierra, con las flores y con los tomatitos reventones. Una rama de olivo se convertía en una varita mágica; y entre terrón y terrón ocultábamos tesoros para de nuevo con gran ilusión redescubrirlos. Nuestros toboganes eran las pendientes de esos barreros que bajo trineos de cartones, más de uno y de dos, nos reventamos las rodillas y los codos al tirarnos. Y que me dices de navegar en las aguas de los barreros chicos bajo los resto de un frigorífico como barco. Y las excursiones a los Barreros Blancos para coger ranas y renacuajos. El jardín de las flores y la celebración en él de una curiosa fiesta que ahora me da vergüenza mencionar, pues a los niños de nuestra época, y yo me incluyo, les gustaba lo escatológico,  quizás por esa razón hemos crecido más fuertes y sanos que los niños de ahora. Rafa siempre era el director en aquellas aventuras. Aventuras llenas de fantasía e imaginación, los magos, las hadas, duendes y demás criaturas elementales nos acompañaban bajo un entorno natural y rural. 
   
      Ahora mi amigo Rafa trabaja en el Refugio del Burrito en Fuente de Piedra, Antequera, y ha escrito un precioso libro dedicado a esos maravillosos animales. El dinero que se recaude con la venta del libro irá destinado al Refugio del Burrito. Estoy segura que el libro será todo un éxito. Es para mi un honor y un orgullo ( parezco el rey jajajajaja) compartir, difundir y promocionar esta obra, cuyo título me ha traído tanto recuerdos de cuando éramos niños. Próximamente se presentará en Arahal y estaré junto a mi amigo en esta nueva experiencia. Quizás más adelante, y si a Rafa le apetece hagamos un libro juntos contando aventuras y desventuras de nuestra infancia. Por ahora esas historias quedarán ocultas tras los" Rebuznos Mañaneros".  




      





Lola Sánchez.

2 comentarios:

  1. Qué bonito Lola!!, me has hecho revivir mi infancia con tus palabras!! que pena que los niños de ahora ya no jueguen como lo hacíamos nosotros!

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  2. Irene, me alegro que te haya hecho revivir momentos extraordinarios de la infancia,sé que con el tiempo todo vuelve, y aunque la tecnología parece que nos está ganando, sin conciencia no sirve para nada, y nuestros niños, al igual que nosotros en nuestra infancia necesitábamos el contacto con los demás y con la naturaleza, eso jamás podrá ser remplazado por una máquina... Gracias por tu comentario. Un abrazo.

    Lola Sánchez.

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