sábado, 24 de enero de 2015

Día 23 de enero 2015. AMIGOS DEL ALMA.


AMIGOS DEL ALMA




Javier la observaba siempre, desde la distancia, se quedaba embobado mirándola. Su sonrisa, sus hermosos ojos verdes, ese pelo risado que daría lo que fuera por tocarlo, y no podía. Carmen era su mejor amiga, sólo eso amigos nada más, pero él llevaba meses sintiendo por ella algo más, y se dio cuenta cuando ella le dijo que estaba saliendo con un chico. Si se lo decía seguro que se alejaría de él, y eso si que no lo soportaría, la necesitaba en su vida aunque fuera como amiga, prefería ocultar ese secreto bajo llave en sus entrañas y poder hablar con ella cada día, porque el no tenerla era la muerte en vida para él. Carmen lo llamaba a diario, y cuando le pasaba algo, siempre acudía a él, ella lo quería muchísimo eran como hermanos. Ella estaba enamorada de Julio, ciegamente, y éste le prohibió que hablara con Javier, ella no lo entendía era su amigo de toda la vida, ¿como le iba a dejar de hablar?. Poco a poco Julio la fue apartando de todo aquello que ella amaba, pero ella no podía dejar a Javier, era su hermano del alma, y le seguía llamando a ocultas cada día. Javier estaba preocupado, un chico así no era de fiar, él sabía que no era bueno para ella, la manipulaba, y hacía con ella lo que quería sin tener presente sus deseos y su libertad. Y Carmen comenzó a cambiar, esto lo alarmó , perdió sus ganas de reir y cada día su voz parecía más apagada. " Carmen así no puedes seguir, tienes que dejarlo, ¿no ves que te maltrata?, te ha apartado de todas tus amigas e incluso ha intentado apartarte de mi", pero ella estaba ciega de amor por Julio, y no le gustó escuchar la verdad, y dejó de llamar a Javier. Éste sabía que ella no estaba bien, y jamás dejó de mandarles mensajes y de intentar contactar con ella. Y las cosas cayeron por su propio peso. Javier, como cada noche le mandaba un mensaje siempre le decía lo mismo " Carmen si me necesitas estoy aquí, no te dejaré jamás, llámame si me necesitas, por favor ". La angustia crecía cada día más, y se sentía impotente. Aquella noche todo cambió, Javier volvía de trabajar y en la puerta de su casa estaba Carmen. Ella corrió para abrazarlo nada más que lo vio. La abrazó con todas sus fuerzas, ella lloraba sobre su pecho. "Lo he dejado, Javier tu tenías razón" el sintió un gran alivio y comenzó a limpiarles las lágrimas con suma dulzura "¡Te ha pegado, no me lo puedo creer!" había visto que tenía tanto el pómulo como el labio señalado, "No es nada" ella volvió a refugiar su cara en su pecho " ¿Qué no es nada? lo mato si te vuelve a poner un dedo encima" estaba furioso. Ella se apartó de él y tomó su cara entre las manos. " He estado muy ciega Javier, mucho, me creía enamorada de Julio y no, el jamás me dio lo que necesitaba, sólo me utilizaba" los ojos de Javier echaban chispa de furia " Lo mato, Carmen" Y ella continuó "No harás nada yo tengo la culpa de eso, y de otra cosa..." " por dios, tu no tienes la culpa de nada ese malnacido se va a enterar " ella lo miró a los ojos " Escúchame, tengo la culpa de no haberme dado cuenta de todo lo que te necesito, me he dado cuenta que te quiero más que a un hermano, porque estas semanas que no supe nada de ti creí que me moría, no sé si tu sientes lo mismo por mi" y al escuchar esas palabras su reacción fue automática la besó en los labios " Te amo Carmen, te amo con toda mi alma, llevo meses haciéndolo" y ella lo volvió a besar, " Y yo a ti Javier, con toda la mía, te he extrañado tanto... tantísimo".



© LOLA SÁNCHEZ

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